México, 20 Oct. (Notimex).- La nostalgia se dejó sentir este sábado en el autódromo Hermanos Rodríguez cuando el Tyrrell 1987 hizo aparición sobre el asfalto para el V Gran Premio Histórico, dejando a su paso un poco de alegría y añoranza para que algún día se pueda volver a correr en forma la máxima categoría del automovilismo mundial.
Acompañado por un Porsche Le Mans 1986 y un McLaren 1971 de la serie Can-Am, los autos, acompañados por otros clásicos, se enfrentaron en el Gran Desafío Histórico sobre los 5.6 kilómetros de circuito del autódromo, en una competencia más de exhibición que de rivalidad.
Al mando del Tyrrell se encontraba Rafael Oliveros, quien dio un buen espectáculo para los cientos de asistentes que se encontraban en la grada principal, inclusive cerca estuvo de los tiempos que en su momento Ayrton Senna o Alain Prost lograron marcar en el inmueble cuando paró el reloj en 1:55.
Al final, la competencia fue ganada por Rafael Oliveros Jr, quien piloteó el Porsche durante los 20 minutos que duró la competencia, en la que se pudo sentir un poco de la pasión no sólo de la Fórmula Uno sino de otras categorías importantes como los prototipos.
La jornada inició antes con una ceremonia encabezada por el tetracampeón de la Grand-Am Series, el mexicano Guillermo Rojas Jr. quien fungió como Grand Marshal, además se reconoció a los periodistas Rodolfo Sánchez Noya y Jorge Moctezuma, quienes hicieron la primera transmisión del Gran Premio de México.
Asimismo, hubo competencias para marcas como Porsche, Jaguar, Ferrari y automóviles estadounidenses, en las cuales el espíritu que prevaleció fue de camaradería y pasión por el automovilismo, donde no importaba tanto quién ganara sino la oportunidad de recorrer a toda velocidad el histórico Hermanos Rodríguez.
